El prestigioso profesor de Psiquiatría y Neurología en el Hospital General de Massachusetts y de la Escuela de Medicina de Harvard, Nikos Makris, dió una conferencia en el Club de Prensa del Periódico La Provincia sobre “El impacto de la educación, la mentoría y la creación de hábitos positivos en la toma de decisiones durante la adolescencia: nuevas perspectivas de la neurociencia actual en la creatividad, el juego y la prevención de la drogadicción”. Nikos Makris es también director del Centro de Análisis Morfométrico y el Núcleo del Centro de Análisis Morfométrico de MGH, así como co-director del Centro de Investigaciones sobre Sistemas Neuronales.
Neuropsiquiatra especializado en adicciones y trastornos del comportamiento, Makris está involucrado en la integración de proyectos, esfuerzo científico y clínico, educación y capacitación en el dominio de la anatomía estructural y funcional de los sistemas neurales y sus aplicaciones en neurociencias básicas y clínicas mediante el uso de imágenes. Ha publicado más de 200 artículos en el campo de la neurociencia. Uno de sus principales intereses es cómo integrar los conceptos y conocimientos neurocientíficos actuales para influir en nuestra educación y comportamiento social.
Su charla trató de la educación que ofrece actualmente el sistema escolar, así como las actividades extracurriculares y, especialmente, la educación en la familia desde su nacimiento, de gran importancia en todas las sociedades humanas. La participación en actividades extracurriculares positivas durante la niñez y la adolescencia, como el deporte, música, ballet, ajedrez, yoga, voluntariado, etc., mejoran el enriquecimiento del adolescente y procuran un gran entretenimiento, además de ser una gran ventaja para la educación y el bienestar de un niño.
Makris habló también de este tema como un elemento fundamental, ya que la realización de estas actividades forma parte del comportamiento lúdico, que es muy importante para la expresión del ser creativo. Inicidrá en la necesidad del papel relevante de un mentor o un padre que presenta, apoya y guía, si es posible, al niño en este tipo de actividades positivas, asegurándose de que el joven participe también. Esta cultura puede comenzar y cultivarse en la familia primero y llevarse adelante en la comunidad en general, incluido el sistema escolar.
Nikos Makris considera que cuando los jóvenes son educados de esa manera están equipados con buenos y fuertes hábitos para el resto de sus vidas. Estos hábitos son sus activos más valiosos, especialmente cuando se enfrentan a adversidades en diferentes momentos de sus vidas, en particular durante la adolescencia. La neurociencia actual apoya esta noción y dilucida los centros cerebrales y circuitos como los sustratos neuronales que apoyan estos comportamientos positivos, así como su ruptura en las adicciones a las drogas.
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